miércoles, 11 de marzo de 2009

Inmortal, como la estupidez humana

Extracto de una nota de Jose Pablo Feinmann publicada por Página 12 el Domingo 1º de Marzo
.... Había una gran inseguridad cultural en el espectador y se expresaba en desear ser visto como alguien culto, siempre. No ha dejado de ocurrir. Las grandes imposturas del arte se basan a menudo en esta carencia. ¿Qué hay que ver, qué leer, dónde hay que ir para ser culto, para ser visto como un intelectual... A mí, siempre me hartaron la solemnidad, la pretenciosidad y el prestigio del tedio. Hay algunas reglas infalibles que dan forma a esta estética, la del tedio. Veamos: “Si no tienes nada importante que decir, recurre al tedio: te creerán profundo”. “Que no te entiendan, te creerán genial.” “Sé lento, narra con morosidad o sencillamente no narres, ellos pondrán todo lo que tienen donde tú no has puesto nada y serán felices.” “Cuídate de las emociones, podrías emocionarlos.” “Haz de tus limitaciones una estética. Si no sabes contar, di que no hay que contar. Si no sabes dirigir actores, di que les permites improvisar. Si no sabes filmar bien, di que has elegido el arte desprolijo. Si tu prosa es pésima, di que el lenguaje no debe someterse a nada. Menos aún a la belleza, al ritmo o a la mera gramática, ese oficio de mediocres profesoras de literatura.” “Y por último, insistamos: abúrrelos, nunca dejes de aburrirlos, abúrrelos hasta morir.” Y también: “Que no te entiendan, que no entiendan nada de lo que haces. Pero cuidado: que no entiendan, sobre todo, que no hay nada que entender”. Sólo así, tú, que apenas eres algo más que un publicista de ti mismo, serás un genio hermético, sólo descifrable por una minoría ilustrada, y serás inmortal, como la estupidez humana.

jueves, 5 de marzo de 2009

Entrar y salir, como juego...


Estar en la piel de otro, en la historia de otro, en contacto con sus miedos, que extrañamente se mezclan con los de uno.
Meterse en otro, alejarse de uno, un pequeño descanso de uno... eso está bueno.
Jugar a ser otro, a jugarse en los sentimientos del otro.
Olvidarse de uno. Prestarle el cuerpo. Darle vida al otro. Morir un poco.
Jugar. Re/crearse.
Volver a nacer en sitio mejor, más feliz.